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Puntas de viajes para los viajeros a Camboya

Como los visitantes crecientes internacionales a Camboya llegan por avión en Phnom Penh o en Siem Riep en los años recientes.

Visita a Vietnam y Camboya en vacaciones

Si usted es el tipo que disfruta de las vacaciones raras y las áreas de exploración del mundo que el más no hace, tengo algunas ideas para usted en viajes a Vietnam y Camboya.

Descubra los tesoros del Sudeste de Asia

De su cocina dulce y picante a selvas lozanas y densas y playas increíblemente magníficas, no hay una parte entera no parecido sobre la Asia del Sudeste.

¿Qué debes saber para viajar a Camboya?

Empezaré hablando un poco de dos cuestiones básicas que hay que tener en cuenta en los viajes que realices a cualquier país del mundo: la documentación que debes llevar y la moneda que rige la economía del país en cuestión.

La Bahia de Halong, viajes Vietnam

Paisaje fascinante de islas e islotes en Vietnam.

martes, 20 de mayo de 2014

Cuentos y leyendas de vietnam "AMOR DE PRIMAVERA"

Hace muchos años, en un lejano país, vivía una hermosa joven, era muy bonita y, además, una bordadora primorosa, por lo que muchos hombres ricos la pretendían como esposa, pero ella los rechazaba.
La muchacha decía: Sólo me casaré con el hombre que pueda teñir los hilos de rosca de una rosa que no se decolore, además debe tejer diez metros de seda sin uniones”.
A cierta distancia de allí, vivía un joven tejedor. Un día, una avecilla volando se había enredado en su telar rompiéndose un ala. El muchacho cuido del pájaro hasta que recobro su salud, después de aquello siempre permanecieron juntos ave y joven. Así cuando, aún muy joven, sus padres murieron su única compañía fue el pajarillo. Poco antes de morir, la madre del tejedor había plantado un árbol en el patio de la casa.
Un día, el pájaro trajo noticias importantes. – No muy lejos de aquí vive una muchacha hermosísima- dijo el animalillo.- Es una hábil bordadora, y ha dicho que se casará con el hombre que pueda tejer diez metros de seda sin costuras y que tiña el hilo de rosca en un color rosa que no decolore jamás ."
El muchacho eligió sus mejores hilos de seda y comenzó a tejer. Para él, tejer diez metros de seda sin costuras no era problema, pero ¿Cómo teñir la seda en el color rosa que no se desluce nunca?...
Afortunadamente, el pájaro tenía la solución. Condujo al muchacho ante un hada, que vivía en las montañas .Ésta era también una bordadora sin rival y, después de escuchar la historia del tejedor, prometió ayudarle.
- Todos los colores palidecen con el tiempo- dijo el hada.
- E l único tinte que no pierde color es la sangre. Debes pincharte los dedos y recoger la sangre, después úsala para teñir la seda. "
El joven siguió las instrucciones del hada pero, después de siete días, había perdido tanta sangre que apenas podía tenerse en pie. Pero el pájaro le ayudaba, trayéndole alimentos y hierbas medicinales para curar sus heridas. Por fin tras diez días de sufrimientos, los hilos de rosca estuvieron teñidos con un hermoso tono rosa envueltos en un bonito paño.
Acompañado por el pájaro, el muchacho llevó el fruto de su esfuerzo a la casa de la muchacha. Sus pretendientes ricos estaban también allí, todos habían llevado sus trabajos de seda y los paquetes con hilos de rosca. La muchacha recogió los paños de seda y los hilos de rosca. Entonces tomó un pequeño espejo y una aguja, que había heredado de su padre; sostuvo el espejo cerca de la tela y, en la imagen del espejo, vio las costuras de los paños y enhebrando un hilillo rosado en su aguja, vio que el color era pálido. La muchacha repitió estas pruebas con todos los trabajos de los pretendientes, hasta que llego al paño tejido por el joven.
Mirando en su espejo, vio que la seda brillaba como la superficie de un lago. Y cuando examinó con su aguja el hilo del tejido, brilló intensamente en un color rosa profundo. Era tan bonito que la muchacha accedió de inmediato a casarse con el tejedor. La gente corrió a felicitar a la pareja, pero los pretendientes ricos despreciados por la muchacha se marcharon muy enojados.

Uno de estos pretendientes, despechado, fue a ver al rey, un anciano que, debido a su miedo irracional al fuego, nunca había salido de su palacio. A pesar de su avanzada edad, el anciano rey gustaba de la compañía de hermosas y jóvenes muchachas. Al escuchar la historia de la bella tejedora, el rey ordenó que fuese conducida a su presencia.
La feliz pareja, entre tanto, no era consciente del peligro que se cernía sobre ellos.
Cierto día mientras la muchacha estaba ocupada en bordar una camisa de seda, su marido confesó como había teñido los hilos de aquel color rosa, entonces ella emocionada bordó unas flores en la camisa con cinco pétalos como cinco son los dedos, como símbolo de amor a su marido.
La camisa era tan hermosa que la gente venia para admirarla. Una mañana acababa de ponérsela cuando aparecieron los soldados del rey, apresaron al tejedor y se llevaron a la muchacha por la fuerza, el pájaro intentó ayudarles, pero fue herido de muerte por un soldado.
El viaje hasta el palacio real era largo y cuanto más se alejaba de su hogar, más desesperada estaba la muchacha. Rasgó las flores bordadas de su camisa y las lanzó al viento y e imploró una petición: - Por favor lleva estas flores a mi amor”.
El viento cumplió su súplica llevando las flores bordadas hasta donde estaba su esposo. Cuando por fin el tejedor llegó a la casa, se sorprendió al ver el árbol que su madre había plantado cubierto de flores rosas.
La muchacha incapaz de soportar vivir con un rey viejo, se quitó la vida ahorcándose con su camisa de seda. Cuando los soldados llegaron al palacio, fueron convocados ante el rey y explicaron que la muchacha, echando de menos a su marido, se había matado . Al oír esto, el rey se encolerizó tanto que ordenó a sus hombres volver encarcelar al tejedor.
Cuando, a la mañana siguiente, el tejedor volvió junto al floreciente árbol, oyó un susurro en el viento.
- Amor mío, debo ocultar las flores antes de que los soldados del rey las destruyan, tienes que marcharte, huye lejos de aquí -. Nada más escuchar las palabras soplo un fuerte viento que cambio el color de las flores y se marchitaron.
El muchacho decidió ir a la capital, porque todavía esperaba encontrar a su esposa, pero antes, se detuvo en la casa del hada, ésta le dijo:
-Si quieres ver a tu esposa debes matar al malvado rey pero para tener éxito necesitarás la ayuda del pequeño pajarillo- advirtió el hada.
-Pero el pájaro está muerto -. Se lamentó el tejedor, -no puedo devolverle la vida-
Entonces el hada le dijo: Entierra el cuerpo del ave bajo el árbol que tu madre plantó y cuando llegue la primavera y se levanten los muertos, el pajarillo volverá a la vida -.
El tejedor siguió sus instrucciones y, a la primavera siguiente, unos pequeños brotes rosados aparecieron en el árbol. Días más tarde, el pájaro apareció. Acompañado por el pájaro, el tejedor reemprendió viaje hacia la capital disfrazado como vendedor de carbón y llevando un ramillete de flores rosadas.
Cuando llego a la corte, el tejedor se acercó a un guardia y solicitó permiso para presentar al rey las flores. El rey ordenó al extranjero que se acercase y se agachó para admirar la frescura de las flores, en ese instante la rama estalló repentinamente en llamas. El fuego quemo la barba del rey y las llamas se extendieron rápidamente por sus trajes hasta abrasarlo.
No era magia, lo que había sucedido es que el astuto tejedor había colocado un pedazo de carbón encendido en el ramillete y, al acercarse el rey, había soplado sobre las ascuas, provocando un pequeño fuego que rápidamente prendió las ropas del rey.
El joven encontró la camisa con la que su esposa se había quitado la vida, la enterró bajo el árbol de su madre. A la mañana siguiente, la camisa estaba cubierta de flores.
El pájaro entonces condujo al tejedor hasta un denso bosque. Dentro del hueco que había en un gran tronco de árbol, estaba el cuerpo de su esposa. Después el pájaro dio instrucciones: el joven envolvió el tronco en la camisa y de repente, se quebró la madera del tronco en millares de astillas, la joven apareció y caminando se acercó al joven. El tejedor, su esposa y el pájaro regresaron a su casa impacientes por compartir su felicidad, se presentaron a sus vecinos con las flores rosadas de su árbol. Estas flores de color rosa, ahora son conocidas como flores de melocotón, son un símbolo de la dedicación y del amor. Cada primavera, estas hermosas flores reaparecen, al igual que el amor de los fieles amantes.
http://viajeindochina.com/



lunes, 12 de mayo de 2014

Indochina. La ruta del Dragón

Mi primera sensación a nuestra llegada a Hanoi, tras el desconcertante trámite de los visados en la aduana, cosa que hay que tomarse con mucha paciencia y filosofía, fue … “¿me habré equivocado eligiendo el destino? ¡¡Esto es un caos!! “…

Vietnam es un país de contrastes continuos, las 4 estaciones climáticas, las montañas y el caracter más cerrado de la gente en el Norte contra las 2 únicas estaciones, las llanuras y las sonrisas del centro y el sur del país.
Empezamos como hace casi todo el mundo por Hanoi, una ciudad donde reina el desorden ordenado, las motos y la gente por todas partes. Son gente que vive en la calle, trabajan, comen, quedan, se divierten y viven fuera de casa, y casi siempre rodeados de familiares o amigos.


Visitamos templos y pagodas; paseamos y fuimos de compras por el barrio viejo; nos mezclamos con el tráfico, en las tiendas y los mercados; asistimos a un teatro de marionetas en el agua- tradición ancestral que surgió de las inundaciones de las épocas de lluvias-; comimos en restaurantes donde al principio la única manera de pedir comida era fiarte de lo que comía el de al lado o de tu intuición, aunque el resultado fue muy bueno, porque resultó que la comida y la cerveza es buenísima en general; nos contaron historias de las guerras contra los franceses, los chinos, los jemeres y los americanos y vimos el rastro de esas guerras por toda la ciudad … y luego por todo el país.

Nos fuimos también de excursión y visitamos los parajes tranquilos de Ninh Binh y Hoa Lu, con sus ríos poco profundos que serpentean bajo cuevas …

De Hanoi viajamos en tren nocturno a la región de Sapa, una zona montañosa del norte donde las terrazas para cultivar arroz crean un paisaje espectacular. Allí hicimos una marcha a pie por esas montañas, mezclándonos allí y en el mercado de Bac Ha con las gentes de las aldeas, gente que pertenece a grupos etnicos de la zona: los H’mong, los Tay, los  Dao Do… y cuyos atuendos tradicionales nos llamaban poderosamente la atención.
 
http://viajeindochina.com/destinos/vietnam/bahia-de-halong.html

Tras las montañas, cambiamos de escenario, y a nuestra llegada a la Bahía de Halong descubrimos un paisaje fantasmagórico por laniebla, un escenario de película de piratas difícil de describir en el que nos adentramos a bordo de nuestro “junco” y navegamos rodeados de los casi 2000 islotes de la Bahía que, según la leyenda, fue creada cuando en la lucha contra los invasores chinos, un dragón se lanzó al mar y al caer agitó la cola, golpeando ésta la tierra y creando profundos valles y grietas que acto seguido fueron innundados por el mar, creandose así una infranquable barrera natural.

Viajamos tranquilamente ya con sol sorteando estos islotes, visitamos cuevas espectaculares, un mirador donde asistir a un bonito atardecer y una playa donde darnos un chapuzón. Sin duda, un lugar mágico e inolvidable donde parar en mitad del viaje a recuperar fuerzas.

Forzados por las crecidas de los ríos debidas a las lluvias de temporada, cambiamos a última hora el orden de las siguientes visitas y viajamos a Hue. Una ciudad hoy relativamente moderna ya que en su día fue totalmente arrasada por la guerra contra los americanos, y donde encontramos una vez más la fuerza de los vietnamitas, que han reconstruído gran parte de la destruída antigua ciudadela para que podamos contemplar la impresionante , ciudad imperial, con sus templos, sus palacios y sus jardines. Un paseo por el Río del Perfume nos llevó también a la Pagoda de Thien Mu, especial en su construcción, y a los mausoleos Nguyen, sitios todos que reflejan la grandiosidad que reinó en su tiempo en esta zona.

Tras Hue, tomamos la carretera, y atravesando el “Paso de las Nubes” – una montaña llena de curvas desde donde se obtienen unas inmejorables vistas de la Bahía de Danang – y tras visitar las famosas Montañas de Marmol, llegamos a la ciudad de Hoi An, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO para conservar el entramado de las calles, su puente japonés, las casas, y casi la forma de vida tradicional de la ciudad de la seda. Se trata de un pueblo encantador donde pasar un par de días y aprovechar para alquilar una bicicleta e ir a la playa, visitar sus casas típicas, ir al mercado, cenar a la orilla del río, darse el gusto de encargar vestidos, trajes y ropa de seda a medida que te confeccionan en apenas uno o dos días, y de paso visitar las ruinas Cham de My Son, también protegidas por la UNESCO.
Sin duda este entrañable pueblo lo guardo como uno de mis puntos preferidos del viaje.

http://viajeindochina.com/destinos/vietnam/hue.html

Nos tocaba ahora viajar al sur, a Ciudad Ho Chin Minh, la antigua Saigon, capital del Vietnam del sur antes de la unificación. El cambio fue radical, ya que pasamos de la tranquilidad relativa del norte y centro a la actividad incesante y casi occidental de esta ruidosa ciudad en creciente desarrollo, con sus rascacielos, su moderna zona comercial, donde las grandes marcas pelean por un hueco donde abrir sus tiendas, y sus bulevares. De ahí nos escapamos para ver el templo de Cao Dai y los túneles de la guerra de Cu Chi, donde nos icimos una idea de cómo tuvieron que vivir las gentes de la zona durante los bombardeos americanos.

Y como guinda y colofón, el salto a Siem Reap, ciudad eminentemente comercial y de ocio nacida al abrigo de uno de los recintos arqueológicos más impresionantes del mundo, la ciudad de Angkor.
Cuando llegamos, nos trasladamos a unos kilómetros, y visitamos el poblado flotante del lago Tonle Sap, nacido al paso del río Mekong, donde la gente se ha acostumbrado a vivir de y sobre el agua.
Y ya al día siguiente empezamos nuestras visitas en taxi, tuc tuc y bicicleta de Angkor, un lugar descubierto, cuando estaba a punto de ser tragado por la selva, en el siglo XVIII, pero que tiene casi 1200 años de antigüedad, y donde destacan el famoso templo de Angkor Wat, su Bayon, y multitud de templos, cada uno con su personalidad propia. Un lugar con una luz y una magia que en los días y las horas más tranquilos, cuando no tropiezas con cientos de turistas, te traslada a su paz original, cuando los monjes que lo habitaban recorrían los silenciosos e interminables corredores de piedra, sus estanques y jardines en pos de la paz interior que predica, y termina por contagiar tras casi tres semanas de viaje, el budismo.

http://viajeindochina.com/destinos/camboya/siem-reap.html
He empezado diciendo que cuando llegamos casi me quería dar la vuelta, pero en el avión de regreso a España, me di cuenta de que Vietnam en particular, y Asia en general, me habían enganchado, y de que como siempre me pasa … ¡¡quiero volver!!

Fuente: http://blog.nautalia.com/indochina-la-ruta-del-dragon/

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